sábado, 9 de noviembre de 2024

las secuestradas

 "El patio fue el único lugar de ka casa que conocieron además del cuarto. Estaba en tinieblas mientras duraban los paseos, pero en las noches claras se alcanzaba a ver un lavadero grande y medio en ruinas, con ropa puesta a secar en alambres y un gran desorden de cajones rotos y trastos en desuso. Sobre la marquesina del lavadero había un segundo piso con una ventana clausurada y los vidrios polvorientos tapados con cortinas de periódicos. Las secuestradas pensaban que era allí donde dormían los gardianes que no estaban de turno. Había una puerta hacia la cocina, otra hacia el cuarto de las secuestradas, y un portón de tablas viejas que no llegaba hasta el suero. Era el porton del mundo. Más tarde se darían cuenta de que daba a un potrero apacible donde pacían corderos pascuales y gallinas desperdigadas. Parecía muy fácil de abrirlo para evadirse, pero estaba guardado por un pastor alemán de aspecto insobornable. Sin embargo, Maruja se hizo amiga de él, hasta el punto de que no ladraba cuando se acercaba para acariciarlo."

Noticia de un secuestro - Gabriel García Márquez



viernes, 1 de noviembre de 2024

un milagro crujiente

Ven, hija mía, ven,

dame la mano, nos vamos

de la ciudad, te enseñaré

el molino, dos veces al día movido

por la marea,

un milagro crujiente

de ruedas y correas,

que traslada la fuerza

del agua a la piedra,

el polvo goteante

y los cuerpos de las arañas.

El molinero es amable,

tiene manzanas blancas y limpias,

nos cuenta toda clase 

de leyendas sobre la historia

de la harina."

Del natural  - W.G. Sebald



sábado, 12 de octubre de 2024

Para mi amiga, Labradora fiel

 "Ay, mira eso. Son mariposas. Un enjambre entero, flotando como una nubecita blanca por todo el césped. No creo haber visto tantas volando juntas así, suelen volar a pares. Blanquitas de la col, creo que son. No alcanzo a ver si tienen puntos negros en las alas. 

Deberían tener cuidado contigo, oh comedor de insectos. Un bocado de esa mandíbula se llevaría por delante a casi todas. Pero ahí van, directas hacia ti, como si no fueras más que una roca gigante sobre la hierba. Te riegan como confeti y tú ¡ni parpadeas!

Ay, ese sonido. ¿Qué habrá visto esa gaviota para dar un graznido así?

Las mariposas están de nuevo en el aire, de retirada, en dirección a la costa.

Quiero decir tu nombre, pero la palabra se muere en mi garganta.

¡Oh amigo mío, amigo mío !

El amigo - Sigrid Nuñez