sábado, 8 de octubre de 2022

así tuvo que ser



 "Cuando me dijo "Mira, yo vivo aquí", señalando uno de los bloques, pero sin aflojar el paso, sin detenerse para volverse hacia mí y despedirse, mi presentimiento de que íbamos a acabar en mi casa y en mi cama se transformó simplemente en realidad, como si hubiéramos estado ya en la cama y como si no hubiera tenido nada de extraordinario. Sé -y ella me lo confirmaría después- que durante aquel trayecto de diez minutos desde la parada del tranvía hasta su casa, cuando en una historia de amor se toman todas las decisiones, nosotros no habíamos tomado ninguna, como no decidimos nunca nada en la vida. Al igual que no tomas la decisión de nadar siguiendo la corriente cuando caes a un río crecido por las lluvias y el agua te arrastra junto a árboles arrancados y trozos de tejados, o tal y como un ciervo volador atrapado en el ámbar no toma la decisión de permanecer inmóvil en él por toda la eternidad. Incrustados en la existencia, bordados en el gran tapiz, no se espera de nosotros que tomemos decisiones, pues todo está decidido de antemano, así como tampoco los listones de una silla deciden formar la silla, porque eso es justo lo que ya hacen. Que las cosas son así es algo que no sientes todos los días, sino en momentos como aquel de mi aventura con Irina, cuando no deberías estar ahí y sin embargo estás, cuando todo debería ser de otra manera y, sin embargo, es como es, y te invade el sentimiento sereno de que así tiene que ser y de que así tuvo que ser".

Solenoide - Mircea Cărtărescu