"A la familia se la quiere en la medida que uno se siente libre para abandonarla y regresar a ella sin que medien reproches ni rencores. Si la familia es un pudridero también es el lugar de la misericordia, esa palabra que de tan religiosa llega a sonrojar y que en hebreo significa "generar de nuevo". Irse, perder algo, volver de otro modo, ser esperado con ternura, volver a tomar impulso hacia la vida, resucitar el deseo, irse otra vez por caminos que nos conduzcan muy lejos de ella, llevársela otras veces a cuestas, ofrecérsela a otros."
Pánico y ternura - Paz López