"Se puso boca arriba, con la cabeza apoyada en las manos enlazadas, y contempló el cielo azul moteado de hojas y esperó mientras una decisión iba tomando cuerpo, invencible, en su ser.
Nunca más iría a la escuela, ni a la Universidad. No había nadie que pudiera enseñarle lo que él quería saber. De los libros siempre aprendería, pues las personas, las más grandes, daban lo mejor de sí mismas en los libros. Los libros eran un destilado de las personas."
Cualquier cosa que le deparara el futuro sería buena. Todo era vida. Todo era saber. Se levantó del suelo de un salto. Se sacudió las hojas del pelo. y con un pañuelo se secó la humedad que el musgo había dejado en su mejilla. Luego regresó caminando a la ciudad. "
El eterno asombro - Pearl S. Buck
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