miércoles, 14 de noviembre de 2018

¿qué es superior o inferior a un contacto? W.Whitman

"Muchas veces tenía miedo y, para tranquilizarme, me habría gustado ir a ver a mi madre, pero la habría estorbado en el trabajo. Ahora estoy segura de que no me habría reñido, porque la noche que fue a buscarme a la comisaría de Les Grandes-Carriéres no me hizo ningún reproche, no me amenazó con nada ni me vino con principios morales. Íbamos andando en silencio.  En medio del puente Caulaincourt, la oí decir, con voz desapasionada "pobrecita mía" , pero me pregunté si lo decía por mí o por ella. Esperó que me acostase para entrar en mi cuarto. Se sentó a los pies de la cama y se quedó callada. Yo también. Acabó por sonreír. Me dijo:  "No es que seamos muy charlatanas...", y me miraba a los ojos. Era la primera vez que se quedaba tanto rato mirándome fijamente y la primera vez que notaba yo lo claro que tenía los ojos, grises, o de un azul descolorido. Gris azulado. Se agachó y me besó en la mejilla; o, más bien, noté sus labios de forma furtiva. Y seguía clavada en mí aquella mirada clara y ausente. Apagó la luz y, antes de cerrar la puerta, me dijo: "Intenta no volver a hacerlo". Creo  que es la única vez que hubo un contacto entre nosotras, tan breve, tan torpe y, sin embargo, tan intenso que me arrepiento de no haber tenido, durante los meses siguientes, algún impulso hacia ella que hubiera vuelto a crear ese contacto. Pero ni la una ni la otra eramos amigas de demostraciones. Es posible que se comportase así conmigo, con aparente indiferencia, porque no se hacía ninguna ilusión en lo que a mí se refería. Debía decirse que no había gran cosa que esperar puesto que me parecía a ella."

En el café de la juventud perdida - Patrick Modiano
Editorial Anagrama, 2008


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