sábado, 16 de marzo de 2019

el idioma que perdimos

"-Tú eres Maya. Y tú Mati. También yo me presentaré, yo soy Nehi. Soy el diablo de las montañas. El brujo. Y este es Shigi. No hay nada que temer de Shigi. Shigi es un oso un poco infantil, un oso que de repente empieza a bailar bajo la lluvia, o que intenta espantar a las moscas con su rabo demasiado corto, o que se esconde durante horas en la maleza del río y empieza a salpicar con una pata a todas las criaturas que pasan por allí. Shigi, deja de molestar. Estoy contando una historia.

- Con el tiempo -continuó relatando el hombre -, aprendí también palomán, grillol, ranés, cabrés, pecí, y abejino. Y al cabo de  unos meses, cuando desaparecí y me fui a vivir solo una vida de niño de las montañas en el bosque, me esforcé en aprender más y más idiomas de los animales. No me resultó difícil, porque en las lenguas de los animales hay muchas menos palabras que en las lenguas de las personas, y solo tienen tiempo presente, no existe pasado ni futuro, y solo tienen verbos, adjetivos e interjecciones, nada más. "

De repente en lo profundo del bosque - Amos Oz
Editorial Sudamericana, 2009


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