"-Eres bueno con las herramientas-dice herr Siedler- , más listo de lo que es de esperar a tu edad. Hay lugares para chicos como tú. Las escuelas del general Heissmeyer. Lo mejor de lo mejor. Además enseñan ciencias mecánicas, decodificación, propulsión de cohetes, lo último de lo último.
Werner no sabe hacia dónde mirar.
- No tenemos dinero.
- Esa es justamente la genialidad de estas instituciones. En realidad buscan a chicos de clases trabajadoras, chicos que todavía no han sido estropeados por la basura de la clase media, el cine y todo lo demás. Quieren chicos excepcionales y trabajadores.
- Claro, señor.
- Excepcionales -repite, afirmando con la cabeza, como si estuviera hablando solo. Da un silbido y el cabo vuelve a presentarse con el casco en la mano. La mirada del soldado se posa en el trozo de pastel restante pero luego la retira. -. Hay una oficina de reclutamiento en Essen. Te escribiré una carta de recomendación. Toma, coge esto.- Y le da a Werner setenta y cinco marcos. Werner se mete los billetes en el bolsillo tan rápido como puede.
El cabo sonríe.
- ¡Parece que te queman los dedos!
La atención de herr Siedler está en otro lugar.
- Enviaré una carta a Heismeyer, - repite-; lo que es bueno para ti es bueno para nosotros. Nuestro objetivo es el mundo entero ¿no? -Y le guiña un ojo."
La luz que no puedes ver - Anthony Doerr
Penguin Random House Grupo Editorial S.A., 2015
"Reconocer la realidad como forma de ilusión, y la ilusión como forma de realidad, es igualmente necesario e igualmente inútil". F. Pessoa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
"Picaflor, picaflor, ¿dónde estás? Dicen que también las mariposas abandonarán nuestros jardines para siempre, que las abejas andan ...
-
"Antes de firmar el contrato, se habían visto varias veces, luego en un café y, finalmente, en el bar de un gran hotel. Juntos hablaban...
No hay comentarios:
Publicar un comentario